Según el Anuario de Estadísticas de 2008, la población creció casi en 200.000 personas entre 2006 y el año pasado, principalmente entre los extranjeros -profesionales, trabajadores, estudiantes y sus familias-, que subieron un 14,9 por ciento hasta alcanzar 1.005.500 en junio del año pasado.
En 1957, Singapur contaba con aproximadamente unos 1,45 millones de habitantes y la tasa de natalidad era relativamente alta.
Conscientes de la limitación de recursos naturales y espacio, el Ejecutivo singapurés inició políticas de control de la población en los años 60, lo que provocó un envejecimiento de la población en los años 90 y el problema de sustituir la mano de obra cualificada.
Para resolver el problema, las autoridades comenzaron en 2001 un programa para estimular la natalidad, por medio de subvenciones, premios y a conceder más permisos de residencia a extranjeros.
En 2006, la tasa de nacimientos era de 1,26 hijos por mujer, la tercera más baja del mundo, sólo por debajo de España y Japón y por debajo del 2,10 necesario para mantener la población.
Singapur, país miembro de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, está compuesto por un 75,2 por ciento de origen chino, un 13,6 por ciento de malayos, un 8,8 por ciento de origen indio, y un 2,4 por ciento de euroasiáticos y otros grupos.