Durante el tiempo que viví en Singapur (aproximadamente 2 años) reconozco que me crucé con muy pocos mendigos. Vi alguna vez gente algo emprobrecida (normalmente emigrantes chinos recién llegados), pero lo que se dice mendigos, creo que en total debí cruzarme con 2 ó 3 en total.
Es por lo que me llama la atención una noticia que acabo de leer en la prensa local singapurense relativa a que en los primeros 6 meses de este año, los servicios sociales han recogido 60 mendigos en las calles, siendo más de la mitad extranjeros.
La ministra de Desarrollo comunitario, juventud y deportes, Vivian Balakrishnan ha reconocido en el Parlamente que el número de mendigos en el país ha fluctuado en los últimos años y dió cifras al respecto. En el periódo 2006-09, el promedio de mendigos recogidos en las calles fue de 85.
Normalmente suele ser los propios vecinos los que llaman a los servicios sociales alertándoles de la presencia de mendigos en la zona. En Singapur está muy mal visto pedir en la calle (precepto budista) ya que normalmente el estado y asociaciones vecinales, religiosas o cívicas tienen los mecanismos para proporcionar recursos a los más necesitados.
La mendicidad es un delito en Singapur según la Destitute Persons Act, pero lo preocupante es que más de la mitad sean extranjeros.
Según la ministra, dar dinero a los mendigos no soluciona sus problemas fundamentales a largo plazo y provoca un sentimiento de dependencia y pérdida de dignidad. Además hace que más mendigos extranjeros acudan por el efecto llamada.
Es por lo que me llama la atención una noticia que acabo de leer en la prensa local singapurense relativa a que en los primeros 6 meses de este año, los servicios sociales han recogido 60 mendigos en las calles, siendo más de la mitad extranjeros.
La ministra de Desarrollo comunitario, juventud y deportes, Vivian Balakrishnan ha reconocido en el Parlamente que el número de mendigos en el país ha fluctuado en los últimos años y dió cifras al respecto. En el periódo 2006-09, el promedio de mendigos recogidos en las calles fue de 85.
Normalmente suele ser los propios vecinos los que llaman a los servicios sociales alertándoles de la presencia de mendigos en la zona. En Singapur está muy mal visto pedir en la calle (precepto budista) ya que normalmente el estado y asociaciones vecinales, religiosas o cívicas tienen los mecanismos para proporcionar recursos a los más necesitados.
La mendicidad es un delito en Singapur según la Destitute Persons Act, pero lo preocupante es que más de la mitad sean extranjeros.
Según la ministra, dar dinero a los mendigos no soluciona sus problemas fundamentales a largo plazo y provoca un sentimiento de dependencia y pérdida de dignidad. Además hace que más mendigos extranjeros acudan por el efecto llamada.