BARCELÓ

18 mayo 2012

BOSQUE ARTIFICIAL EN SINGAPUR

Esto sólo lo podían hacer en un lugar como Singapur me decía un amigo el otro día, pero la realidad a veces supera la ficción. En un lugar tan caluroso y húmedo como Singapur, cualquier sombra es bienvenida. Y si no hay árboles donde cobijarse del fuerte sol, se crean artificialmente, pero con vegetación.

Eso es lo que acaban de inaugurar en Singapur, en la zona de Marina Bay aunque actualmente todavía sigue su construcción. Este espacio que se llamará el Jardín de la Bahía se convertirá en una zona botánica de referencia en el mundo. Dicho bosque artificial estará compuesto de 18 árboles, ocupará 40 hectáreas y albergará más de 226 mil plantas de todo el planeta.

Se incluyen paneles solares para generación de energía y agua caliente de lluvia recogida, y funcionará como invernaderos hortícolas y torres de ventilación. Esta inmensa infraestructura tecnologíca consigue que prosperen plantas que no crecen en Singapur. Mediante diversas climatizaciones, convivirán varios invernaderos con diversos climas.

Estos jardines estructurales se conciben como un sistema de enfriamiento natural para los edificios de más abajo, por medio de algunas de las funciones ecológicas de los árboles: la recogida y bombeo de agua, absorbiendo y dispersando calor, así como la generación de electricidad con energía solar fotovoltaica.

Algunos de los super árboles se conectarán con pasarelas aéreas para permitir a los visitantes una vista elevada, además de un mirador panorámico situado en la parte superior de uno de los árboles.

Los diseñadores de este paisaje urbano han “dibujado” la zona con tres parques que formarán un anillo de vegetación, en un entorno único para pasear y disfrutar al aire libre rodeados por los colosales árboles de hormigón.  Una obra “faraónica” que confronta con los interminables rascacielos construidos en este país en los últimos años.


El complejo contará también con un salón para convenciones, eventos y exposiciones.

A pesar de ser un bosque artificial, los árboles que se están construyendo están hechos de vegetación, así que resulta un bosque artificial, pero con mucha vida y diversidad de plantas.

Los diseñadores del proyecto parten de una estructura de acero y hormigón por la que treparán y crecerán otras plantas hasta lograr la apariencia de un árbol, aunque en este caso se elevarán a aproximadamente 50 metros del suelo.

Y no solo por la forma, es decir, su aspecto, sino también por la liberación de oxígeno a la atmósfera.

La envergadura del proyecto es tal que cuando todo el bosque llegue a un abundante grado de frondosidad, con sus ramas ya crecidas y dando buena sombra a los viandantes, este espacio se habilitará para la celebración del Singapore Garden Festival así como otras exposiciones botánicas.

Como toda obra del siglo XXI, este bosque artificial no podía descuidar el compromiso con el medio ambiente: para ello colocarán paneles solares entre los árboles con los que se iluminará toda la zona.

La primera parte del proyecto, que será completado en 2015, incluye un Domo floral, un Bosque de las Nubes, los super árboles del Jardín Dorado y el Mundo de las Plantas. La entrada a los jardínes será gratuita y sus creadores esperan que los visitantes conozcan y sean testigos de cómo las plantas que los habitan crecen y se desarrollan.

Los Jardines de la Bahía forman parte de una serie de iniciativas públicas y privadas para posicionar a Singapur como un centro de la cultura ecológica y un ejemplo de que la armonía entre desarrollo y naturaleza es posible, y vaya si lo conseguirán.





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