Con la llegada del año nuevo chino (el caballo) los siempre tradicionalistas y supersticiosos chinos de Singapur pasan horas de cola en los bancos para conseguir billetes nuevos, calentitos y crujientes. Y no lo hacen para comérselos, sino por un motivo puro y duro de superstición. Son billetes que las parejas casadas regalarán a los más jóvenes de la familia, a los parientes solteros o a sus empleados y que son regalados en unos sobres de color rojo, llamados "hongbao".
Entregar sobres rojos con dinero es una antigua superstición china para
proteger a las generaciones más jóvenes de los malos espíritus durante
el año que comienza. El color rojo simboliza la buena suerte y en los sobres
se escriben con caracteres dorados palabras como felicidad o «prosperidad. Se debe entregar siempre una cantidad par y que no contenga el
número cuatro, número maldito entre los chinos pues se pronuncia igual
que la palabra «muerte».
En la mayoría de los bancos, se abren ventanillas especiales para el "hongbao" a fin de que el resto de clientes no tenga que esperar para otras operaciones.
Las autoridades de Singapur tratan de concienciar a la
población del gasto energético que conlleva imprimir 100 millones de
billetes solo para esta celebración, por lo que ha lanzado la campaña "Good as new" (tan bueno como nuevo),
en la que ha vuelto a poner en circulación cincuenta millones de
billetes "reciclados" de dos dólares que retiró del mercado el pasado
año, justo al acabar las celebraciones.
Sin embargo, no ha sido una campaña que haya tenido mucho éxito, debido al alto grado de superstición de los singapurenses.
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