Tanto los automóviles como las motocicletas están cambiando en el sudeste asiático. Los modelos con baterías recargables aparecen lenta pero progresivamente en el mercado. El gobierno de Singapur apoya el cambio hacia un transporte ecológico y accesible, y diseña estrategias para lanzar el cambio a la versión verde.
Las naciones asiáticas están empezando a destacar como una potencia en materia de desarrollo sostenible. La última incorporación a la lista es Singapur, con el diseño del primer prototipo de automóvil a hidrógeno. Mientras varias compañías ya ofrecen la variante eléctrica como una alternativa ecológica para el transporte urbano, un grupo de docentes y alumnos de la universidad de Singapur ha desarrollado un modelo que funciona en base a dicho gas.
Lejano en el tiempo quedan ya las numerosísimas motocicletas eléctricas que pueblan las carreteras de la mayoría de ciudades chinas, con emisión cero, emisión auditiva cero y una velocidad media de 40 Km/hora. Conclusión: los chinos no tienen prisa.
Se piensa que el público de estos vehículos serán aquellas personas con conciencia medioambiental que podrían recargar la batería en casa y los ejecutivos que harían lo mismo en la oficina.
En cuanto a los automóviles eléctricos, The Green Car Company (GCC) planea construir y distribuir de manera local el modelo más barato del mundo. El fundador de la empresa, Clarence Tan, explica que utilizarán material reciclado, sus fábricas emitirán poco carbono y la producción minimizará la cantidad de desperdicios y materiales contaminantes. Además, según Tan, la mano de obra barata de Asia reducirá el costo del vehículo en al menos un 25%
DEMASIADO BUENO PARA SER VERDAD
A pesar de los numerosos aspectos positivos de los dos vehículos, hay otros aspectos a tener en cuenta a la hora comprarlos.
Una desventaja de las motocicletas ecológicas es la dificultad para recargar sus baterías. Para contrarrestarla, Zeco creó los greenslots, grandes redes con dispositivos de reabastecimiento de energía, que se instalan en centros comerciales, estacionamientos y oficinas. Sus productores indican que la recarga resultará muy sencilla. La batería de silicona removible se realimenta como la de un teléfono móvil. Se utilizan los mismos enchufes que en una casa y se necesitarán entre tres y cinco horas para completarse.
Otro factor desalentador son las restricciones al uso de dicho medio de transporte. Todavía no tienen permiso para circular en las autopistas porque el gobierno singapurense está analizando el aspecto de la seguridad al contar con varios ejemplares en las calles. Y aunque el precio sea accesible, Tan admite que su modelo no es para todo el mundo. Debido a su tamaño y sus pocos asientos, no es el mejor auto familiar.
Sin embargo, la innovación del equipo de la Universidad Nacional de Singapur es muy valorable. Su automóvil sostenible funciona a base de hidrógeno y sólo emite agua en la atmósfera. Es el primero de su estilo en el país y los investigadores aseguran que su motor es dos veces más eficiente que uno que funcione con gasolina.
A todo esto en Singapur se acaba de inaugurar una planta fotovoltaica para coches eléctricos.
La empresa "Carbon Day Automotive" anunció la instalación de la primera estación recargadora fotovoltaica para vehículos eléctricos en la ciudad de Chicago el pasado mes de abril. La recargadora fotovoltaica se localiza en el Departamento de Mantenimiento de la Flota de Vehículos de la ciudad y es la primera "Solar Plug-In Station™", diseñada para suministrar electricidad a los vehículos eléctricos. Servirá para recargar todos los días los vehículos eléctricos municipales con energía solar fotovoltaica.
La electrolinera fotovoltaica de Singapur está en el Politécnico de Singapur, y pertenece a Greenlots, una red de puntos de recarga eléctrica para automóviles eléctricos puesta en marcha el pasado mes de marzo. La electrolinera obtiene la electricidad de paneles fotovoltaicos situados en el techo, generando un promedio de 3,15 kWh por día, suficientes para la recarga de cuatro motocicletas cada dia.
Los puntos de recarga de Greenlots están en las tiendas de IKEA en Tampines y Alexandra Road, y en el campus de Insead, que adquieren la electricidad de la la red principal.
¿ Quien duda que el futuro sigue estando en Asia ?