Los pasajeros del avión Airbus A380, que ha despegado de Singapur con destino a Sydney, celebraron a bordo, con champán francés y caviar, el primer vuelo comercial del gigante de los cielos propiedad de Singapore International Airlines (SIA).
"Nos sentimos honrados de poder ofrecerles el primer vuelo oficial. Tomen asiento, relájense y disfruten del vuelo", dijo el capitán Robert Ting por el sistema de megafonía a 471 pasajeros mientras eran agasajados por la tripulación, formada por 30 auxiliares.
A pesar de que el avión más grande del mundo tenía previsto sobrevolar la ciudad de Sydney antes de aterrizar, no pudo hacerlo por un cambio de última hora que le obligó a utilizar una pista distinta a la prevista inicialmente.
A pesar de que el avión más grande del mundo tenía previsto sobrevolar la ciudad de Sydney antes de aterrizar, no pudo hacerlo por un cambio de última hora que le obligó a utilizar una pista distinta a la prevista inicialmente.
Tras este vuelo, SIA comenzará a partir del próximo domingo a prestar un servicio regular de conexión aérea entre Singapur y Sydney.
Aunque su capacidad es de 800 asientos de la clase turista, SIA ha adaptado el avión para 399 plazas de esa categoría, 60 en clase 'business' y 12 compartimentos o 'suites', acondicionados con televisión de pantalla plana, camas cubiertas con sábanas diseñadas para la ocasión por Givenchy y mesas escritorio.
En este vuelo inaugural, a los pasajeros de las "suites" se les ha servido champán Dom Perignon rosado de la cosecha de 1996 y diversos vinos, también caviar, muslo de pato con mermelada de cerezas, ternera al estilo "wok" con ajo y pimienta o "noodles" (fideos chinos) con pescado.
SIA vendió 662 billetes para este vuelo durante una ceremonia solidaria, en la que personas de 35 nacionalidades distintas pagaron entre 560 dólares por un asiento en clase turista y 100.380 dólares por una "suite", sólo por la ida a Sydney.
En total, se recaudaron cerca de dos millones de dólares, cantidad que se destinará a la Asociación del Cáncer de Pulmón de Singapur, a dos hospitales de niños en Sydney y a la organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras (MSF).
Los expertos del sector de la aviación afirman que el debut comercial del A-380 -con sus dos niveles, tan largo como una pista de fútbol y con una cola de siete pisos de alto- será recordado como un hito más en la historia de la aviación, similar al primer despegue del Boeing 747 o del ya fuera de uso supersónico Concorde en los años 70.
Entre los 471 pasajeros de este vuelo inaugural se encontraban un bebé de diez meses y un hombre de 90 años. La mayor parte del pasaje estaba integrado por ciudadanos de Australia, Malasia, Indonesia, Reino Unido y Estados Unidos.
Entre aquellos afortunados que viajaron en la clase "suite" ha estado Julian Hayward, que pagó los 100.380 dólares por su billete y de un amigo, y Thomas Lee, de California, que también fue pasajero del primer vuelo comercial del Boeing 747 entre Nueva York y Londres en 1970.
Airbus ha recibido hasta la fecha 189 pedidos del A-380, procedentes de 16 clientes, y tras Singapur Airlines, que recibirá sus 19 aeronaves entre 2008 y 2010, se encuentran las aerolíneas Emirates Airlines, British Airways y Qantas.
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